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Silvio Berlusconi: el regreso de Il Cavaliere

El exprimer ministro está haciendo campaña por el candidato de su partido en Sicilia, la última gran prueba antes de las elecciones parlamentarias nacionales de 2018.

Por: James Politi, Financial Times | Publicado: Viernes 3 de noviembre de 2017 a las 04:00 hrs.
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Con una amplia sonrisa fijada en su rostro de 81 años, Silvio Berlusconi, el magnate de los medios y exprimer ministro de Italia en tres ocasiones, levantó sus manos e hizo una reverencia en frente de una sala repleta en un teatro neoclásico Politeama en Palermo el miércoles en la noche.

Después de un largo hiato en la jungla política, volvió a la campaña electoral. “Pueden cantar ‘afortunadamente, Silvio está acá’”, dijo a la ferviente multitud.

El domingo, Sicilia tendrá elecciones regionales, en la última gran prueba del ánimo político italiano antes de los comicios parlamentarios nacionales programados para marzo del próximo año.

Para Berlusconi, quien dejó el cargo en el apogeo de la crisis de deuda de la zona euro en 2011 en medio de escándalos sexuales y problemas judiciales, esta es la oportunidad de demostrar su fuerza política y mostrar que sigue siendo relevante.

Berlusconi saltó a la refriega para ayudar a Nello Musumeci, el candidato de centro derecha a la presidencia de Sicilia, quien está atrapado en una reñida carrera con Giancarlo Cancelleri, del movimiento anti-establishment Cinco Estrellas, según las últimas encuestas.

Sicilia ha sido un territorio extremadamente amistoso con Berlusconi por buena parte del último cuarto de siglo, pero Cinco Estrellas han ganado terreno rápidamente a raíz de la indignación con los políticos tradicionales y la insatisfacción económica.

“El que vote por Cinco Estrellas no está pensando, no tiene cabeza. No puedo imaginar que ustedes pudieran poner a Sicilia en sus manos”, dijo Berlusconi en su discurso. “Ellos odian a los emprendedores, ahorristas, la clase media”.

Entonces se volcó a las páginas más familiares del manual político: una serie tentadora de promesas económicas, incluyendo nuevos empleos, mayores pensiones mínimas, no más cobros al registro de automóviles y una plétora de recortes de impuestos, para todo, desde el ingreso a la vivienda y a la herencia.

Pero si Berlusconi tiene éxito en empujar a Musumeci a la victoria -y en usar a Sicilia como un trampolín de la campaña nacional- está lejos de estar seguro. Cinco Estrellas ha tenido una campaña fuerte en Sicilia en las semanas recientes, con apariciones de Beppe Grillo, el comediante y fundador del partido, además de Luigi Di Maio, su candidato a primer ministro en las elecciones de 2018.

Ellos han descrito implacablemente a Musumeci, quien inició su carrera en el Movimiento Social Italiano de extrema derecha, como parte de la vieja guardia de la política italiana de derecha que ha sido a menudo corrupta y ligada al crimen organizado.

Di Maio escribió en un blog la semana pasada que los sicilianos estaban “eligiendo entre el pasado y el futuro, entre la legalidad y la corrupción”. El mes pasado, Grillo bromeó que Berlusconi era algo así como una momia política. “Me da pena verlo así, se parece a Tutankamón, es escalofriante”, afirmó.

Reafirmando su dominio

La meta de Berlusconi no es sólo derrotar a Cinco Estrellas, sino que también reafirmar su dominio de la coalición de centro derecha de cara a las elecciones nacionales, que está bajo amenaza de la euroescéptica y anti-inmigrantes Liga Norte. Matteo Salvini, líder de la Liga Norte, ha estado haciendo campaña separadamente en Sicilia esta semana por Musumeci, en un intento por aventajar a Berlusconi.

Liga Norte y el partido Fuerza Italia, de Berluconi, están empatados actualmente en el tercer lugar con cerca de un 15% de los votos nacionales, y cualquiera de los dos que logre más votos podría tomar las decisiones en la formación cualquier nuevo gobierno de centroderecha.

En un esfuerzo para atraer a los votantes moderados que ha perdido en años recientes, la estrategia de Berlusconi ha sido posicionarse más como un estadista y menos euroescéptico que el Movimiento Cinco Estrellas o la Liga Norte. También esperará ganar de vuelta parte del electorado que respaldó al Partido Demócrata de centroizquierda de Matteo Renzi, pero se ha decepcionado de su gobierno.

El candidato de Renzi para presidir Sicilia, Fabrizio Micari, está muy atrás, y Renzi ha hecho poca campaña en la isla, en un intento de minimizar el golpe de lo que se espera que será una derrota dura.

“Berlusconi ahora se presenta como la barrera principal contra el populismo, pero la paradoja es que lo tiene dentro de su propia coalición”, dice Roberto D’Alimonte, un profesor de ciencia política en la Universidad Luiss de Roma. “Berlusconi es un genio, puede salirse con la suya en lo que quiera”.

En la audiencia del Politeama, quienes respaldan a Berlusconi definitivamente están listos para darle otra oportunidad. “Él tiene más credibilidad que los demás. Pagó por lo que hizo y quiere ayudar al pueblo italiano. No se rinde”, dice Massimo Castronovo (44), originario de Bagheria, un pueblo al este de Palermo. Fuera del teatro, Christina (27), quien visita desde Verona, lamenta su retorno, diciendo que iba en camino a comer un aperitivo, pero perdió el apetito tras ver su “cara de trasero” en el vecindario.

Pero para Berlusconi, significó volver a la carrera. Tras el evento en el teatro, paró en un histórico café en el centro y dio una caminata, rodeado de guardaespaldas y cámaras de televisión. “Son todos bellisimi, muy hermosos, pero yo soy el más joven”, dijo a sus fans.

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